- De manera urgente y flexible, poner fondos a disposición de las organizaciones de derechos de las mujeres y reconocer su papel como primera línea de respuesta.
- Apoyar a los servicios sanitarios y sociales para que continúen sus obligaciones de atención a las sobrevivientes de violencia contra las mujeres y sigan estando disponibles, en particular para aquellas personas que probablemente queden relegad.
- Garantizar que los servicios para sobrevivientes de violencia contra las mujeres y niñas se consideren servicios esenciales, que se mantengan abiertos y que cuenten con recursos, y que se pongan a disposición, en particular, de aquellas personas que probablemente queden relegadas.
- Dar prioridad a la respuesta política y judicial.
- Aplicar medidas de protección.
- Recopilar datos únicamente si son absolutamente necesarios y que se utilizarán para mejorar los servicios y programas, y se puedan cumplir las normas éticas y de seguridad.
Fuente: La Violencia de Género contra las Mujeres en el Ecuador, Análisis de los Resultados de la Encesta Nacional sobre Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las mujeres, 2014, Consejo Nacional para l igualdad de Género , Declaración entre organismos sobre la Violencia contra las mujeres y las niñas en contexto de COVID 19, Gloria Camacho Z.