Es preciso cambiar las actitudes hacia la educación de las niñas, que con frecuencia no constituye una prioridad para las familias. El inicio precoz de la vida en pareja, está correlacionado con un abrupto fin de la escolaridad, elevadas tasas de analfabetismo y peores resultados educativos, lo cual socava las perspectivas de las jóvenes para incorporarse a la fuerza de trabajo remunerada y que el Estado de la Población Mundial en el 2020 minimiza lograr la autosuficiencia económica.
Las niñas que solo han completado la enseñanza primaria tienen el doble de probabilidades de casarse o formar parte de una unión libre que las que poseen enseñanza secundaria o superior. Las niñas sin ningún tipo de estudios tienen una probabilidad tres veces mayor de casarse o formar parte de una unión libre antes de cumplir 18 años que aquellas que completaron la enseñanza secundaria o estudios superiores.
Es poco frecuente que las niñas que empiezan su vida en pareja y comienzan a tener hijos continúen estudiando o retomen los estudios años más tarde.
Esto tiene importantes consecuencias en su independencia y su capacidad para ser productivas y contribuir a sus familias, comunidades y sociedades. También afecta negativamente en las probabilidades de que sus propios hijos puedan seguir estudiando tras la enseñanza primaria y escapar del ciclo de la unión precoz, de tener muchos hijos y de la pobreza.
Fuente: UNFPA-UNICEF, 2019 – (Burkina Faso)